por mucho que jures que jamás te iras,
no te engañes...
llega el momento de dejarlo todo,
de volar,
de marchar a seguir tu vida,
o quizás rehacerla...
De soñar nuevos sueños,
de pensar nuevos pensamientos...
Y nunca, nadie, podrá saber cuál es tu futuro...
El destino no está escrito,
lo cambias con cada paso que das,
y cada decisión que tomas...
Recuerda,
no digas, siempre, o nunca...
Porque en cuestión de segundos, las cosas cambian,
y las palabras se las lleva el viento.
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