No puedo imaginar siquiera
tu mirada apagada.
Reposando en esa cárcel de madera
que se llevó toda esperanza.
No puedo pensar siquiera
que tu voz se haya sofocado.
Entre el aire y el pasto
que una vez fue tu amparo.
No puedo creer siquiera
que tu cuerpo se halle mortecino.
En un lugar oculto
entre cientos de lágrimas plenas.
Y no voy a dejar siquiera
que tu esencia se extinga.
Quedarás en la guarida
donde habita el recuerdo escondido.
tu mirada apagada.
Reposando en esa cárcel de madera
que se llevó toda esperanza.
No puedo pensar siquiera
que tu voz se haya sofocado.
Entre el aire y el pasto
que una vez fue tu amparo.
No puedo creer siquiera
que tu cuerpo se halle mortecino.
En un lugar oculto
entre cientos de lágrimas plenas.
Y no voy a dejar siquiera
que tu esencia se extinga.
Quedarás en la guarida
donde habita el recuerdo escondido.
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