Esa clase de persona que nunca está,
pero que siempre necesitas.
Que se esconde cuando quieres
encontrarla y huye
incluso a contracorriente y
con una pendiente enorme
por superar.
Que se va, se escabulle
y si vuelve, es por sí misma.
Que crea un desastre
de una simple mota de polvo.
Y un huracán
sin necesidad de viento.
Esa clase de persona que llega
con calma y lo pone todo patas arriba.
Esa clase de persona que no
quieres en tu vida, pero
aún así se queda.
Esa clase de persona...
soy yo.
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