Cadáver exquisito.

Pim, pam, toma lacasitos
Heidi bebe leche de cabrito.
Después se fue con Pedro a llevar a las cabras al monte.
Heidi corrió y se tropezó con una piedra.
Pedro la vio volando por encima de una de las cabras,
fue a socorrerla, no quería que se muriese...
Por eso, le ayudó un hombre que pasaba por allí.
Se marcharon a su apartamento.
Cenaron y vieron una película...
Y después...
Heidi le dio color
a un buen pincel.
Chispeaba pintura blanca.
Y Heidi chillaba por el pincel que le entró...
Era tan gruesa y largo....
La convirtió en una mujer en un momento.
Se fue a la peluquería a pelarse.
Luego fue con otro hombre a su casa.
Se llevó consigo a su perro Bobi.
El perro comía zanahorias grandes
y pepinos por doquier...
¡gozaba como una perra!
Pedro chillaba: ¡¡Cochina, cochinota!!
Mientras Heidi decía: ¡¡Perdro Hazme el amor!!
Allí, en medio del campo
Heidi se desfloró.
Fue al campo
con Pedro...
Se divorció de Pedro.
Y así fue feliz para siempre.

Creado por: Ana Moreno Ayala, Jonathan Lopez Bernal, Vicente Marin Jimenez, Alicia Maqueda Casilari, y Nadia Navas Sedeño. 3ºD